Una vez finalizada la etapa de bebé, en su primer año de vida, pasaremos a centrarnos en seguir el crecimiento del niño, observando posibles alteraciones, principalmente estructurales, como por ejemplo, la aparición de una escoliosis, pero también alteraciones en el comportamiento, fuertes golpes o caídas, etc.
¿A qué edad deberíamos llevar al niño al Osteópata?
Las edades recomendadas para llevar al niño al Osteópata serían al año, a los 7-8 años y a los 12-14 años. En estas tres etapas podríamos trabajar colaborando al máximo con el crecimiento del niño para que sea lo más equilibrado posible.
La tarea de concienciación de los padres y del niño a la hora de colocarse en posturas favorables será, también, muy importante.
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Paco Gázquez